¿Qué es la arquitectura?
Esta pregunta la formuló mi profesor de Introducción a la Arquitectura mi primer día de clase y para ser sincera, me quede en blanco.
Supongo que daba por hecho que sabía lo que es la arquitectura, pero cuando caí en cuenta de que no sabia responder supe que esta asignatura me abriría los ojos y me daría las herramientas para realmente saber que estoy estudiando y cual será mi futura profesión.
Para resolver esta cuestión la mejor dinámica sería comenzar con una lluvia de ideas. Lo primero que se nos viene a la mente es que la arquitectura son edificios. Edificios que nos rodean, paredes que nos envuelven y techos que nos protegen. Podríamos decir que la arquitectura también es un proceso de crear, diseñar y transformar cosas abstractas en realidades palpables; sin embargo, la arquitectura es muchísimo más que eso.
Es historia. Es cultura. Es tecnología. Es evolución. Es composición, orden e identidad. Es un oficio y un estilo de vida.
La arquitectura es belleza y fealdad a partes iguales pues puede incitar a lo bueno, lo bonito y lo perfecto, pero también puede dar pie a lo malo, lo peligroso e insólito. No nos podemos quedar solo con la definición bonita de la arquitectura, con aquello que nos conviene saber y difundir. Arquitectura es todo. Tanto los monumentos emblemáticos que visitamos y fotografiamos, como esos edificios que contienen en su interior maldad y destrucción o esos bloques de apartamentos tan feos y carentes de personalidad que vemos continuamente por nuestras ciudades.
Este dilema sobre la definición de la arquitectura lleva décadas dando vueltas y grandes maestros del sector han ido dejando sus propias opiniones, a mí personalmente me gustaría comentar estas dos en concreto:
«Un cobertizo para una bicicleta es un edificio; la catedral de Lincoln es una obra de arquitectura»
N. PREVSNER
Por un lado Prevsner considera que arquitectura es únicamente aquello que es de buen ver, idealizando la materia en todos sus aspectos. He de reconocer que estoy en contra de esta postura. Cuando algo te apasiona lo aceptas con sus pros y contras, con sus partes de luz y sus partes de oscuridad. Para mi esta cita lo que hace es excluir una grandísima parte de todo lo que engloba este gran campo repleto de virtudes.
«Tan solo una parte , muy pequeña, de la arquitectura corresponde al dominio del arte: el monumento funerario y el conmemorativo. Todo el resto, todo aquel que tiene una finalidad debe ser excluido del ámbito del arte»
A. LOOS
Por otro lado Loos formuló una opinión que se ajusta más a mi pensamiento ya que él admite que hay una parte de la arquitectura, más bien pequeña, que ha de ser considerada arte y estoy de acuerdo con esto. Lógicamente en proporción a la arquitectura que hay en el mundo únicamente una ínfima parte puede ser considerada arte (podríamos entrar también en un debate sobre lo que es arte o no, pero eso es otro tema) no obstante no estoy de acuerdo con que los edificios que cumplen una finalidad no sean arte. Actualmente contamos con las herramientas de sobra para hacer que un proyecto sea bello y funcional a partes iguales.
Para darle un cierre a esta pregunta voy a formular mi propia definición de arquitectura, tal vez es idealista o soñadora pero la considero real y muy mía:
La arquitectura es un oficio conocido generalmente como la técnica que pone en contacto lo artístico con lo funcional, pero para mí es el resultado de la necesidad de resolver un problema que pide un cambio dando paso a una disciplina que sin quererlo marcó el pasado, marca el presente y marcará el futuro, que conserva anécdotas, crea culturas y fabrica nuevas historias a su alrededor. La arquitectura no se puede delimitar con palabras pero podríamos asemejarla a un sueño que motiva a crear, diseñar, proyectar y construir espacios vacíos para llenarlos de sentimiento y emoción, que cambia constantemente y que a su paso consigue deslumbrar a todo aquel que sabe observarla con sus filos puntiagudos y sus impurezas.